¡Ay, qué tardes de sábado! ¡Lo que llegábamos a disfrutar! A medio camino entre la ciencia ficción, la telenovela y el terror (ver a un tipo arrancarse la piel y descubrir la de un lagarto debajo, o tragarse una rata viva da muy mal rollo cuando sólo tienes ocho años), estaba una serie que marcó una época: “V”.
Aún recuerdo las cincuenta naves procedentes de Sirio suspendidas sobre las principales ciudades del planeta… ¡Que venían en son de paz, decían los muy… extraterrestres! Querían colarnos la milonga de que lo que necesitaban eran productos químicos… Sí, sí… ¡los que tenía la carne humana y toda el agua del planeta!
La Resistencia
El caso es que todo el mundo se lo creyó, salvo un grupo, llamado “La Resistencia”, que contaba Mike Donovan ¡Qué tío! Era periodista, pero cuando se ponía, era un artista marcial, piloto, francotirador y acróbata. Y, encima, cuando salía en pantalla, los suspiros femeninos podían oírse en Alfa-Centauri.
Estaba también Julie Parrish, jefa de la resistencia y competidora en las conversaciones del desayuno de los lunes en el bar con el fútbol ¡Qué guapa! Era médico y echaba una mano a todo el que lo necesitara.
Los (muy) lagartos
Luego, claro, estaban los lagartos. Diana era una especie de jefa intermedia, un encargadete con ínfulas. Pero, chico, nos tenía a todos embobados. La extraterrestre era mala, pero, mala, mala, mala. Además, algo debía de querer con el líder supremo de los invasores, porque todo lo hacía a su mayor gloria. Incluso colaborar en cargarse al maridito que el líder le asigna.
Más mala, pero menos carismática era Lydia, la jefa de Diana, que se pasa la serie haciéndole la vida a su subalterna. Fría como un lagarto, la muy lagarta se pasa la vida aterrorizando a sus congéneres lagartos.
La “Quinta columna”, o los justos en Sodoma
El argumento se va complicando, con traiciones, líderes humanos que sufren lavados de cerebro y con, para mí uno de los detalles más curiosos de la serie, la “Quinta columna”, un grupo de invasores que no está muy convencido de que sea buena idea comerse a los humanos, esclavizar a los que queden. Entre ellos, Willie, interpretado por Robert Englund (el que sería luego Freddy Krugger en Pesadilla en Elm Street)
A pesar de que no cabe demasiada duda de que podemos enclavar la serie en el género de ciencia ficción, hemos de habar de una “serie total”: Acción, tecnología futurista, amores, desamores, intrigas… Y una rebanada de pan con Nocilla que, embobados, acabamos por untarnos alrededor de la boca, en lugar de comernos.