Sí, hay gente muy enganchada a ver películas en la que no se pasa mal, se pasa muyyyyyyy mal viéndolas. Que aquí entiendo el concepto “subidón”, que es efectivamente cuando el corazón se te pone en la garganta y entre latido y latido parece se te va a salir por la boca.

Sí, en efecto, hay personas que huelen estas clases de películas. Que inexplicablemente les gusta el miedo, algo que se entiende aun más, cuando tú les acompañas a verla, engañado, claramente, porque si no iba Rita. Y descubres que es lo que les gusta realmente… Verte pasarlo mal a ti.

Aun así hay un plus en este tipo de cintas, y es cuando algunos de los hechos, paisajes o personales en los que se centra el relato existieron o pasaron. Que son esas películas que llevan el subtítulo de “basado en hechos reales”. Que con más motivos se agarran a ti y no te dejan dormir en un mes.

Si hay una película que se haya estrenado recientemente que cumple estos puntos, sin duda es la titulada como “Exorcismo en Georgia”, que lo mismo no sabes nada de Georgia, pero de exorcismos… Ya entras santiguándote de antemano, por si acaso no lo hacen suficiente en alguna que otra escena.

Sinopsis

La historia nos traslada a Georgia, concretamente en una familia que acaba de instalarse en una casa comprada recientemente. Aparentemente es una compra confortable para la pareja. Aunque la niña no tarda en comprobar que no les contaron todo cuando les vendieron su nuevo hogar.

Pues enseguida la pequeña se encuentra con extraños personas a las que solo puede ver ella que le hacen testigo de una serie de misterios que ocurrieron en ese mismo lugar. Los padres sin embargo, no hacen mucho caso, hasta que ellos también empiezan a ser partícipes de este fenómeno, una historia escondida durante generaciones.

Escalofríos que sientan bien en pleno Agosto

Una película que sin duda ha puesto los pelos de punta en pleno Agosto acompañados de sudores fríos, la cual se estrenó a mediados de este mismo mes, pero que aún seguro hay tiempo para verla en cartelera.

Es curioso, porque aunque es una película basada en una historia rodada y situada en Georgia, el responsable de llevarla a la gran pantalla ha sido el americano Tom Elkins. Con su suspense, su sustos y sus crujir de puertas… Lo que la hace apuesta segura del cine de terror.