No nos creamos que los edificios se hacen y se quedan impolutos desde que se construyen hasta nuestros días. Para que se mantengan en pie hay que cuidarlos y mimarlos, y esto se consigue con la conservación y restauración de edificios.

Quizás habéis observado como hay iglesias o catedrales en las que se ven partes de otro color, de otro material en ornamentaciones en la fachada. Esta forma de restaurar es para que se note que pieza es añadida o no, para no crear falsos históricos. Pero en algunas ocasiones los arquitectos o restauradores van mucho más allá.

Es el caso de la Catedral de Salamanca, que cuenta con un astronauta y un teléfono móvil, para plasmar lo más representativo del año en que se restauró la ornamentación de una de las puertas de la nueva catedral. Esto se hace muchas veces en vez de marcar en una fecha en alguna parte de la piedra.

Pero encontramos un caso que va mucho más allá. Hablamos de la Capilla de Bethléem.

Gremlins, Aliens y demás criaturas del cine

Hablamos de la Capilla de Bethléem, un edificio medieval, que data del siglo XV, situado en Saint-Jean de Boiseau, a unos 20 kilómetros de Nantes, en Francia. El cual sería un edificio religioso como cualquier otro que hayamos visto, pero esto es aparentemente.

Si nos acercamos podremos ver lo que la hace diferente. Mirando sus gárgolas ya vemos que algo no encaja ¿Gremlins? ¿Aliens? ¿Es que los constructores de esta capilla eran visionarios, poseían un don o viajaron del futuro?

La respuesta es no. La explicación es que cuando al escultor Jean-Louis Boistel le fue encargada la restauración de uno de los pináculos, en el año 1993-1995. Éste pensó en añadir elementos que se pudieran identificaran con una fecha, para poder saber en qué año fueron añadidos.

Y ya que se encargaba de crear gárgolas, el artista pensó qué seres demoníacos podía crear. En ese momento lo tuvo fácil.

Historia del Arte… Geek

Se ve que el escultor francés era gran seguidor de la cultura geek. Quien vio la ocasión perfecta para integrar  esculturas de los personajes de ficción de películas como los diabólicos Gremlins incluso también al tierno de Gizmo, el cual sale justo antes de comerse lo que parece un muslo de pollo. O el bicho extraterrestre de Aliens. Que a mi parecer, hacen a la perfección la función de gárgolas, porque miedo dan y para rato.

Y así lo plasmó en este edificio considerado de patrimonio histórico desde 1991. No sé si es blasfemia o arte, lo que está claro es más de uno que conocemos se casaría en esta capilla sin pensarlo dos veces.