¿No os ha pasado que recordáis algunas películas, ya con algunos años, como súper reales gracias a sus efectos especiales y, pasado un tiempo, volvéis a verla y os falta buscar el hilito detrás de ellas?
Decepciona, como el caso que me ocurrió con el gran Satán, que venía nada menos que a Madrid para condenar al mundo, en la película de “El Día de la Bestia”, de Alex de la Iglesia 1995.
Luego te puede pasar como en otras, que aunque se vean sus personajes muñequillos tienen algo añejo que nos hace ser niños otra vez e imaginativos. Y nos quedamos con la boca abierta, pensando la maravilla que han creado.
Click, click, click, click…
El stop motion es una técnica que consiste en crear el movimiento foto a foto o cuadro por cuadro. Un objeto que se fotografía quieto y se mueve poco a poco, mientras se fotografía en cámara fija, sus movimientos. Una vez unimos cada fotograma, observamos el efecto visual que proyectan de movimiento.
Esta técnica consigue desmarcarse del dibujo animado o de la animación por ordenador. Dotando de un carácter retro que es debido a que nos recuerda a las primeras películas de ciencia ficción, con sus efectos especiales.
Existen variantes en esta forma de animación, por un lado estaría la creada con plastilina u otro material maleable (Claymation) y la realizada por objetos rígidos.
Algunos ejemplos
Ante todo hay que decir que lo que pocas personas saben es que quien en verdad fue pionero en llevarla al cine no fue un americano, no. Ni un virtuoso alemán… Fue Segundo de Chomón, un español, con películas como “La casa encantada”, en 1906.
Aunque la película con la que esta técnica se convirtió en arte no vendrá hasta 1933 con Willis O´Brien y su King Kong. No podemos dejar de visualizar a ese mono gigante luchando contra un dinosaurio. Ni la humanización que sufría el animal, literal y figurativa. Solo hay que recordar con la cara que miraba a la rubia…
Después se utilizaba más en producciones de Europa del este. No llegando hasta el 79 la otra obra maestra del stop motion: “Star Wars: El Imperio Contraataca”. Un año más tarde llegaría otra joya, que es la película de “Furia de Titanes”, estrenada en 1981. Que tiene esa característica de la que hablábamos al principio. Cutre en efectos pero con mucha magia.
El gran Tim Burton
Será a finales de los 80 cuando llegue Tim Burton a revolucionar el mundo de la animación infantil, no solo a su toque gótico y por su empleo de esta disciplina. Con sus primeros cortometrajes y finalmente con “Pesadilla antes de Navidad”.
Interesante, ¿verdad? Dan ganas de verlas otra vez.