Sarah, una joven de acento y aspecto británicos se ha pasado buena parte de su vida en orfanatos, lo que la convertido en una persona problemática y rebelde. Su pasado criminal y su mala conducta han hecho que pierda a su hija, de modo que decide escaparse con su novio, un delincuente, para recuperar a la pequeña y mejorar su vida.
Cuando llega a una estación de tren, se topa sólo con una joven que parece ser de su edad… Y que se lanza, sin más, a las vías del tren, no sin que antes nos demos cuenta de que ambas desconocidas son idénticas. No, no son gemelas: eso sería demasiado sencillo.
Tras el incidente, Sarah decide hacerse pasar por Beth, la chica, suponemos, suicida de la estación. Con ello, pretende vaciar sus cuentas bancarias y alcanzar una vida mejor para ella y para la hija a la que pretendía recuperar. Pero resulta que Beth era una detective de la policía, en apuros a causa de un tiroteo, con una segunda vida inmersa en conspiraciones y misterios.
Nos sumergimos en la ciencia ficción
Llega la hora de la ciencia ficción: Orphan Black habla de clonación, tal como se desvela en la escena en la que la doble de Sarah se arroja al tren en el episodio piloto… y lo hace de una forma fascinante, al presentarnos la forma en la que cambiaría nuestra vida si nos topáramos con otras personas genéticamente iguales a nosotros.
No te pierdas a Tatina Maslany (Sarah) y como, a lo largo de los diferentes capítulos va interpretando a distintos personajes en las mismas escenas. Una sola actriz dando vida a distintos acentos, actitudes e incluso formas de caminar. Es, simplemente, magistral.
A pesar de que existen un par de personajes un tanto flojitos –al menos por lo que se sabe hasta ahora-, la trama principal de esta serie discurre de una forma magistral, haciendo que el espectador acabe por contar los días, los minutos que faltan hasta el siguiente episodio de Orphan Black.
Preguntas y más preguntas
¿Qué es lo que sucede?, ¿hay una conspiración?, ¿son clones de verdad?, ¿quién está detrás de todo esto? Como buen producto de ciencia ficción, puede que se responda alguna cuestión secundaria en algunos capítulos, pero, por cada respuesta, se plantean tres preguntas más inquietantes.
Tras la muy digna retirada de Fringe, y en un 2013 en el que también se van a despedir Dexter y Breaking Bad, una de las mejores noticias que podían llegarnos es la renovación para una segunda temporada de Orphan Black.
No me gusta demasiado la expresión pero, mira, la voy a emplear: imprescindible.