A veces resulta divertido realizar un viaje hacia los mejores Films que se han podido disfrutar en la década del 80. Entre ellos se podrán encontrar historias de robots y marcianos, que incluye las preferidas de los trekkies, los fetiches de los cinéfilos y las que fueron éxito de taquilla.

En la siguiente parte se podrá disfrutar de un seleccionado de las mejores películas que se han dado a conocer en la década del 80, y que mejor oportunidad para volver a revivirlas.

2001 Odisea del espacio (1968)

La carrera de Kubrick no hubiera estado completa sin esta aventura de ciencia ficción que revolucionó el cine con sus efectos especiales ingeniosos y muy innovadores para la época. Con tapires brasileños como animales prehistóricos y prototipos reales aportados por Boeing e IBM, la película contó con el asesoramiento de consultores dela NASA y la primera supercomputadora con voz humana y actitud corporativa.

Solaris (1972)

La película del director Andréi Tarkovsky –para algunos fundamentalistas dela Cortinade Hierro, puede haber sido la respuesta soviética a 2001 Odisea del espacio-, cuenta la historia de un psicólogo que viaja a un planeta lejano (Solaris) a reemplazar a un científico que murió misteriosamente. Allí se encuentra con fenómenos incomprensibles para la lógica y la ciencia humanas. La versión occidental de Soderbergh (2002) no logró desbancarla del podio de culto, ni siquiera con el empuje taquillero de George Clooney.

Alien (1979)

Esta saga de cuatro películas nació hace poco más de 30 años con una bestia estelar que tenía ácido en lugar de sangre y no una sino dos mandíbulas mortíferas. Resulta que el monstruo se cuela como «el octavo pasajero» en una nave espacial y procede a liquidar a toda la tripulación. Con el primer capítulo a cargo de Ridley Scott y el segundo dirigido por James Cameron, cuando la heroína Sigourney Weaver se quiso acordar, ya había pasado más de 15 años peleando contra Alien y todos sus descendientes.

La guerra de las galaxias (Star Wars) (1977-2005)

La saga épica de George Lucas –con la trilogía original del siglo XX y la trilogía de precuelas del siglo XXI-  atrapó a todos en algún momento: de chicos, de más grandes o en algunos casos de por vida y hasta con una colección de muñecos para probarlo. Entre las naves de velocidad supersónica, las armas de todos los formatos y colores, los robots con personalidades estereotipadas (y adorables, seamos sinceros), la jerga tecno-científica y el eterno misterio de Darth Vader, estas superproducciones tenían algo para todos. Incluso para las mujeres, que se conformaban con tratar de entender los peinados rarísimos dela Princesa Leia y ver a Harrison Ford, Mark Hamill o Ewan McGregor luchar con esos sables luminosos contra ejércitos infinitos de androides que marchaban con precisión prusiana. Más allá de «la fuerza» y «el imperio» (que no paraba de contraatacar), se trataba del clásico duelo entre miles de malos malísimos y un puñado de buenos -valientes y rebeldes- que tenían todas las de perder y, por supuesto, terminaban ganando.