Cualquier amante de la ciencia ficción que se tenga por tal no debería dejar de echar un asombrado vistazo al gráfico comparativo de naves espaciales del género creado por Dirk Loechel en este link: http://img.gawkerassets.com/img/191accgnmnevzjpg/original.jpg. Sin palabras. No están todas las que son, como el propio autor ha indicado, pero ha despertado en mí el gusanillo de preguntarme cuál será la mejor nave espacial de todos los tiempos…
Todos sabemos que esta no es la primera vez que se ha planteado esta pregunta, ni será la última vez que se plantee. Tremendas y eternas discusiones se han entablado y se entablarán entre los aficionados, señalando ausencias, discutiendo las ventajas de unas sobre otras. Sin embargo, con la ayuda de los famosos rankings de internet, algo podremos hacer…
En primer lugar estarían Los Iconos: el Halcón Milenario de Star Wars y la Enterprise de Star Trek son sus dos exponentes paradigmáticos. Son las naves espaciales cuyo perfil podría reconocer incluso un granjero amish con problemas de déficit de atención que hubiera vivido secuestrado treinta años en un sótano de la Kansas profunda. Hasta Bin Laden tuvo en algún momento, seguro, una camiseta de estas naves (o algún otro elemento de merchandising).
Nunca me atrevería a establecer una jerarquía…
Molan bastante, pero no como las Naves de Culto, es decir, las que aparecen en novelas o películas homónimas. Son la Nostromo de Alien, un armatroste cuyo principal encanto es precisamente ese: ser un carguero sucio por el uso e hipermecánico. En el otro extremo tecnológico está el Discovery One de 2001; ¿alguien puede imaginar esos espacios minimalistas e impolutos, o un Hal 9000, en la nave de la teniente Ripley?
Naves No-Naves. Llega un momento en la vida de todo creador de ciencia ficción en que tanta tornillería y tanto parsec se le queda corto, y debe recurrir a artefactos como la Nube de la Muerte de Babylon-5 o la misteriosa burbuja de La Fuente de la Vida. Como se observa, aparte de que menos es más en cuanto a tecnología se refiere, cuanto más enigmático el nombre, mejor. Pasó la hora de cosas tipo JXZ-505…
Por último, hay que señalar otro tipo de nave espacial también muy extendido, sobre todo en culturas villanas: la Nave Americana. Se llama así no porque sea orgullosamente fabricada en los talleres de Detroit, sino porque aplican la máxima de “cuanto más grande, mejor” (traducido al castizo, “burro grande, ande o no ande”). Para muestra, la nave nodriza de Independence Day. No sé qué hará, pero da una sombra que acojona…