Desde que le hombre apareciera en este planeta, siempre ha tenido curiosidad por la bóveda celestial que lo cubría y a partir de ese momento creó dioses y diosas viendo las estrellas y cada suceso que había en la tierra era porque los dioses así lo decidían o lo deseaban.
Gracias a la inquietud del ser humano, esa bóveda celestial, se ha estudiado el cielo con sus estrellas y planetas, la definición exacta de las galaxias es: “Es un conjunto de varias estrellas, nubes de gas, planetas, polvo cósmico, materia oscura y posiblemente energía oscura, unido gravitatoriamente” (Wikipedia).
La astronomía, una ciencia antigua
El griego Tales de Mileto fue el iniciador para indagar de manera racional el cielo y todo lo que podrían ver en él. Fue el primero y más famoso de los siete sabios de Grecia, teniendo como discípulo y protegido a otro famoso sabio: Pitágoras.
Eran los inicios de esta curiosidad inquietante para muchos hombres estudiosos de la antigüedad, donde aparecieron más astrónomos inculcando información de sus estudios desde tierra (por supuesto).
Aristóteles fue el primer astrónomo de aquel tiempo en que informó de que la tierra no podría ser plana y lo demostró con varias teorías que aún perduran; también separó la astronomía de la astrología que comúnmente se unían en aquellos tiempos remotos.
El renacimiento y el renacer de la astronomía
Pero fue gracias al pensador griego Galileo Galilei, hombre muy versado en muchos estudios, entre ellos la astronomía, quien, con la ayuda de un telescopio que él mismo construyó (basado en unos planos y documentos creados por un fabricante de lentes alemán en 1590) de una manera muy primitiva pero muy avanzada para aquella época (por el año 1600), descubrió manchas oscuras en el sol, los satélites de Júpiter, los anillos de Saturno, valles y montañas de la luna, etc.
… Y sosteniendo que la tierra giraba alrededor del sol, lo que contradecía que la tierra era el centro del universo. Esta información le causó varios problemas ya que en aquella época solo eran ciertas las enseñanzas de Aristóteles, pero él siguió enseñando y mostrando sus teorías y su presentaciones hasta que fueron aceptadas.
El larguísimo viaje hasta hoy en día
Gracias a estos pensadores, las galaxias, las constelaciones, el cosmos, los planetas, los sistemas solares, la vía láctea, etc., están más cerca de nosotros, aunque aún no están en la palma de nuestra mano, nos falta mucho por descubrir, aprender y enseñar.
Hoy en día sabemos mucho más sobre lo que hay afuera de nuestro planeta: esa curiosidad tan innata del ser humano nos ha llevado muy lejos y en el futuro nos llevará mucho más allá.