Inquietante película escrita y dirigida por Wong Kar-wai, guionista y director de Hong Kong, continuadora de “Días Salvajes” y “Deseando amar”, ambas del mismo autor. En esta película el amor, la ciencia ficción y una descarnada pero a la vez poética visión de las relaciones humanas se dan la mano.
En un transcurrir lento, glamoroso, delirante y con toques oníricos vemos como un escritor, encerrado en el cuarto 2046 de un hotel, escribe una novela de ciencia ficción sobre un mundo en que los personajes toman un tren en dirección al año 2046 para recobrar sus recuerdos perdidos. Nadie ha vuelto de allí, nadie excepto él.
A través de un relato futurista el protagonista hace realmente balance de su pasado, de sus sentimientos y de las relaciones que han quedado atrás por no haber llegado en el momento adecuado.
Una mezcla de géneros que te obliga a pensar
2046 se ha convertido en menos de diez años en una obra de culto tanto para los amantes del cine en general y no solo para los de la ciencia ficción, ya que se puede decir que éste elemento es solo un recurso más del autor para transmitir las sensaciones confusas por las que atraviesa el escritor.
La música, la forma lenta y pausada en la que transcurre la película, los saltos en el tiempo que en ocasiones te hacen sentir que no sabes muy bien dónde te encuentras, todo está al servicio de crear en el espectador un estado de alerta, de atención a los pequeños detalles y de disfrute activo del film.
No puedes sentarte a ver como pasan los fotogramas, tienes que involucrarte, ser parte de la obra, intentar adelantarte al proceso creativo que ha vivido el director. Es una película que no se conforma con ser visualizada, debe de ser vivida con intensidad y cooperación por parte del espectador.
No es para todos los públicos
Aunque 2046 puede ser vista de modo individual, sin ver las dos partes anteriores, no hay duda de que no se trata de una película fácil apta para todo tipo de público. Demasiado intimista, cadenciosa y enredada a veces, hay que verla con la mente abierta y dispuestos a disfrutar de una experiencia muy diferente dentro de un estilo de cine realmente particular que es difícil encasillar en un género concreto.
Para ver en el momento adecuado y con la actitud correcta.