“Sin límites” es una película reciente, del 2011 protagonizada por Bradley Cooper y Robert de Niro y basada en una novela de Alan Glynn. Aunque la historia está enfocada desde el punto de vista de un thriller puro y duro su argumento encajaría muy bien en la ciencia ficción y podría haber sido una gran película de este género si se hubiera tratado como es debido.

Bradley Cooper interpreta a un joven escritor que está atravesando una grave crisis personal y de creatividad. Pasa más tiempo en el bar hablando sobre su libro de lo que pasa ante la pantalla del ordenador y lo cierto es que no ha sido capaz de escribir ni una sola línea de su novela.

Sin limites cuando la mente no tiene barreras

A la vez que su creatividad desaparece su vida personal parece hundirse más y más hasta que un día tropieza por casualidad con el hermano de una antigua novia.

¿Qué harías tú si tuvieras una mente sin límites?

A partir de aquí la historia da un giro ya que este hombre le propone probar una nueva pastilla, a medio camino entre un medicamento experimental y una droga ilegal. Con tan solo una pastilla el protagonista ve como es capaz de escribir su novela en unas pocas horas y resolver parte de sus problemas. Por supuesto, busca a su antiguo cuñado para que le proporcione una nueva dosis.

No voy a desvelar más de la película porque más interesante que lo que sucede a partir de este punto son las preguntas que la cinta nos plantea. ¿Qué harías si tu mente se ampliara hasta adquirir capacidades muy por encima de lo normal? Y, sobre todo ¿estarías preparado para asumir algo así?

En la película se juega con planteamientos falsos, como el de que solo usamos una pequeña parte de nuestro cerebro, cosa que está demostrado que no tiene base alguna. Eso si, también sabemos que las cualidades de nuestra materia gris están aun por explorar y por desarrollar en su máximo apogeo.

Todo se lleva al extremo

En la película todo se lleva al extremo y el protagonista llega a declarar en los primeros minutos de la película que tiene un coeficiente intelectual de cuatro cifras. Lo malo es que un tema tan sumamente interesante se diluye en un argumento que prefiere ir por otros caminos diferentes y acaba transformando lo que podría haber sido una buena película de ciencia ficción en una historia de suspense cogida con hilos y que no deja de ser del montón, aunque tenga sus momentos entretenidos.