Cada vez que cambiamos de año, se me viene a la cabeza una serie que, como casi todo lo que ha tocado Matt Groening, se ha convertido en un clásico. Hablo de las aventuras que, en 2999 vive en Nueva Nueva York Philip J. Fry. Hablo de “Futurama”.
El motivo por el que asocio el fin de año a esta serie es porque su argumento comienza una noche de Fin de Año, cuando Philip, repartidor de pizzas, cae por accidente en una máquina de criogenización, en la que va a permanecer durante mil años. Cuando el pizzero se despierta en el futuro es un verdadero pez fuera del agua.
Eso sí, no abandona su trabajo de repartidor, sólo que en este caso lo hace como miembro de una empresa de paquetería interestelar. Es este trabajo, con sus compañeros, el desencadenante de la mayor parte de las graciosas aventuras que vive el protagonista y que se emitieron en Estados Unidos de 1999 a 2003 y de 2011 hasta el presente.
Exactitudes asombrosas
A pesar de lo ligero de la serie, ésta ofrece una serie de “exactitudes científicas” muy curiosas, de entre las que vamos a destacar sólo algunas, que aúnan el humor y la ciencia, para quien sepa interpretarlos.
El primer dato curioso se refiere al arranque del argumento: Philip se congela durante mil años y lo hace a las doce de la noche, mientras suenan las campanadas, sin embargo, se despierta las seis de la tarde ¿Por qué? Pues porque el año gregoriano tiene exactamente 365,24250 días, lo que significa que, al cabo de un mileno habrán transcurrido 365242,50 días. Esto es, medio día menos.
De ordenadores y ciencia
Otro dato, éste referido al compañero de piso y mejor amigo del protagonista, Bender “Doblador” Rodríguez, un robot alcohólico fumador y adicto a las ciberpilinguis: en el episodio “El bocinazo”, el robot se ve reflejado en un espejo y se lleva un susto terrible al darse cuenta de que tiene grabado el número 1010011010. O, lo que es lo mismo, 666 en código binario.
Otro de los personajes, el Profesor Farnsworth, en este caso en la película “El gran golpe de Bender” debe ingresar su número de cuenta bancaria: 299.792.458. Este número se corresponde con el número de kilómetros que la luz recorre en un segundo.
Podríamos seguir hablando de referencias, coincidencias y docenas de curiosidades, pero es mucho más divertido que veas la serie, te rías un rato y descubras que, incluso una producción animada y de humor contiene datos de tal exactitud científica.