Cualquier persona de cierta edad asociará indiscutiblemente a la serie de televisión Expediente X, como uno de los iconos de toda la década de los 90. Es más, aunque muchos jóvenes no hayan podido ver ni un solo episodio de la famosa saga, conocen a la perfección su historia y los hechos relatados.
En efecto, Expediente X dejó de ser una buena serie de televisión, para trascender a la cultura popular de los más diversos países del mundo, independientemente de su ideología o religión. Se pueden ver multitud de objetos de merchandising relacionados con la saga.
Puede que ahora la estética de los personajes haya quedado un poco anticuada, al igual que los medios tecnológicos descritos en la serie, pero es lo de menos, porque su trama es totalmente amoldable a nuestros tiempos, y sus episodios a buen seguro que encandilan a los nuevos espectadores.
Culto a la ciencia ficción
Lo cierto es que en el momento del estreno de Expediente X, el género de la ciencia ficción había languidecido, dejando paso a las series documentales o a las comedias de situación. En concreto, el subgénero de lo paranormal, había quedado totalmente desfasado, y ya pocos creadores se animaban a profundizar en él.
En 1993, Chris Carter (creador y director de varios capítulos), presentó a la cadena norteamericana de televisión Fox, un proyecto de serie llamado Expediente X. A pesar de los recelos iniciales de los directivos, pronto empezó a tener éxito, que se convertiría en aclamación en muy poco tiempo
De hecho, la lista de hitos conseguidos por Expediente X, han sido innumerables: récords de audiencia en varios países, récord de mayor tiempo de emisión en televisión de una serie de ciencia ficción, es considerada como la segunda mayor serie de culto (solo por detrás de la célebre Star Trek), o el hecho de haber sido rodadas dos películas con base en su trama principal.
Trama principal de Expediente X
La relación de la pareja de agentes de FBI, Dana Scully y Fox Mulder, con una clara tensión sexual y necesidad afectiva que nunca llega a consumarse, es la base de las relaciones entre hombres y mujeres de las series posteriores.
Pues bien, Mulder es un experto de todo el mundo paranormal, en el que se inició para buscarle solución a un episodio que le ocurrió de pequeño, en donde su hermana fue, según cree él, abducida por los extraterrestres. Scully representa la creencia en la ciencia y la desconfianza hacia todo lo que no se puede explicar por métodos empíricos.
Los episodios son, en su mayoría, cerrados, es decir, que Mulder y Scully se presentan en una zona donde ha ocurrido un hecho aparentemente inexplicable, y lo resuelven. Pero al mismo tiempo, subyace una trama interna que se va desgranando cada ciertos capítulos, que narra una conspiración entre los dirigentes humanos y los extraterrestres, para facilitarle a estos últimos una cómoda invasión de la Tierra.