Ya hemos citado antes este libro en este blog, pero me apetecía hacer una mención especial y dedicar una entrada porque, a mi parecer, aunque es un libro de ciencia ficción, es lo más parecido a la realidad en la que vivimos ahora. No sé si lo habéis leído, os lo recomiendo porque George Orwel se inventa una sociedad del control que nunca se habría imaginado que sucediese, o al menos eso espero.
No os podéis ni imaginar los paralelismos que existen, os asombraríais. A grandes rasgos este autor nos relata una atmósfera donde existen clases de personas bien diferenciadas, que viven a merced de una infraestructura controladora que hace todo lo posible por mantenerse en el poder a base de engañar y manipular a sus habitantes mediante los medios de comunicación, educación y trabajo ¿Os suena de algo?
Seguramente si la gente se leyese este libro se daría cuenta del control que siempre han ejercido las instituciones sobre nosotros. La frase :”La conciencia de los hombres no es lo que determina la realidad”, nos demuestra que nuestras creencias, tradiciones, formas de vida, no significan que sean los adecuados para nosotros, siempre nos están haciendo creer eso, y en realidad es la base para que la infraestructura se salvaguarde y siempre se mantengan en el poder.
Ejemplo de distopía
Está considerada como la obra cumbre del género ciencia ficción distópica, junto con las novelas “Un mundo feliz ” de Aldous Huxley, un poco más complicada para mi gusto, y “Fahrenheit 451” de Ray Bradbury forman parte de la trilogía de las distopías.
Os hablo un poco del autor para entender mejor la obra. George Orwel, pseudónimo de Eric Arthur Blair, es un escritor británico de la primera mitad del siglo XX. Muy vinculado al mundo periodístico y claramente posicionado contra el imperialismo británico y los totalitarismos nazi y estalinista.
Una obra siempre actual
A él se le atribuye un concepto de tremenda actualidad; el de Gran Hermano. Una visión del control estatal, el ojo que todo lo ve, que refleja en su literatura. Un claro ejemplo es también la que es quizá su obra más conocida: Rebelión en la Granja.
1984, es un clásico y como tal no pasará nunca de moda. Sus elementos y escenarios, algunos de ellos de tremenda crueldad, reflejan una sociedad en la que a veces reconocemos situaciones cercanas y actuales. Espero haber contribuido con esto a su difusión y reconocimiento.
Cuidado, con lo que hacéis …siempre alguien está observando.