Las investigaciones de ovnis por las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos datan de finales de 1947 y supuestamente finalizaron en 1969 con el proyecto “Libro Azul”, en donde científicos especializados con base científica y extremada seriedad recopilaron más de 12.000 informes, estos informes narraban en detalle todos los datos sobre avistamientos por aviadores y ejercito en general estadounidense, así como de civiles.
Muchas de estas narraciones se consideraron fraudes y otras como explicaciones racionales mal interpretadas de fenómenos completamente naturales (nubes, aviones, estrellas, globos, etc.) solo el 6% fueron tomadas como hechos inexplicables.
Estos informes fueron archivados y en la actualidad están disponibles al público merced a la Ley de Libertad de Información, pero han sido eliminados todos los nombres e informaciones personales de los testigos que declararon en su día dichos avistamientos.
Un paraíso para los creadores
Al salir a la luz este proyecto, por los años 60 y 70, tanto las empresas cinematográficas como las documentalistas y periodísticas, hicieron su “Agosto” con este tema, informando en muchos de los casos que aún las Fuerzas Aéreas Norteamericanas ocultaban más información de la que dieron y empezaron a correr por todo el mundo noticias de avistamiento de ovnis.
Pero aún queda ese 6% de informes de avistamientos que no se pudieron explicar ni con lógica ni con hechos, pero un informe negativo de la Universidad de Colorado provocó que este proyecto dejara de estudiarse e hizo que se concluyera, cancelando todo tipo de investigación sobre este tema.
Investigaciones
Desde entonces vemos ovnis por todas partes, pero la pregunta resalta en la mente: si no existen los ovnis, ¿Por qué tanto revuelo? Hoy en día hay muchas organizaciones científicas y universidades que realizan seminarios periódicamente para estudiar el fenómeno ovni y creando nuevos programas de investigación ufológica.
Cada uno de nosotros tendrá una opinión sobre este tema, somos libres en el pensamiento, pero creo por una parte que muchos de nosotros desearíamos que existieran, porque así sabríamos que no estamos solos en el universo, pero por otra parte no desearíamos que existieran porque la histeria colectiva sería espantosa, eso sin saber cómo son físicamente y que intenciones pueden llegar a tener hacía nosotros.
Es una pena que este proyecto no siguiera: desde 1969 hasta hoy se ha perdido mucho tiempo en estudiar y comprobar todos los posibles avistamientos que han surgido en todo el mundo y con la tecnología que tenemos hoy en día podrían saberse muchas más cosas y obtener mucha más información al respecto.