Cuándo se hace un comentario sobre esta película es necesario más que nunca aclarar que se habla de eso, de la película, dada la polémica que se ha montado porque parece ser que no respeta demasiado el mensaje de la novela, una obra de ciencia ficción con profunda crítica sobre lo que se está haciendo con el medioambiente. Como no he tenido el placer de leer la novela hasta el momento, me limitaré a hablar de la versión cinematográfica. El mundo sufre una nueva plaga, una nueva enfermedad que se extiende por todos los países de forma muy rápida y que está convirtiendo a la población en zombies. Creo que con esto no destapo nada, ya que el argumento se ha comentado hasta la saciedad. Brad Pitt, antiguo investigador dela ONU experto en misiones especiales, es reclutado para tratar de parar la epidemia.
No es una película de zombies al uso
Si esperas una nueva película de zombies con escenas de cabezas explotando, no lo vas a encontrar en “Guerra Mundial Z”, en la que los muertos vivientes tienen su importancia pero que se aleja de los típicos y tópicos films llenos de diálogos tontos pretendidamente chistosos que por desgracia tanto abundan en nuestras pantallas. Lo que si tenemos son escenas de acción trepidantes, sobre todo aquellas en las que hay multitudes y con las que pocos se atreven y menos aún salen tan airosos como ha hecho Marc Forster, su director. Se le puede acusar precisamente de eso, de que es una muy buena película de acción pero que deja cojos otros aspectos de la historiaen los que te deja con ganas de profundizar un poco más, incluido un final quizás demasiado precipitado y poco explicado.
Y un punto de partida para el debate
Si bien es cierto que la crítica de la novela en la película se ve muy diluida, deja el tema abierto para que cada uno rellene los espacios abiertos a su gusto, de forma que cualquier punto de vista puede ser aceptado. No es que sea una película filosófica pero si se quiere, da puntos para alguna buena charla sobre cómo estamos tratando a la tierra y si esta podría devolvernos la pelota en forma de una enfermedad nueva y destructiva. A fin de cuentas, como nos dice la película, no sería la primera vez que la humanidad se enfrenta a enfermedades altamente mortales que han diezmado la población de grandes áreas, como ocurrió con las epidemias de peste medievales.