Detrás de la serie televisiva The Walking Dead se halla la mano de Frank Darabont, que a su vez se basa en la serie de cómics del mismo nombre creada por Robert Kirkman y Tony Moore y que a día de hoy sale a la venta gracias a la editorial Image Comics.

La trama narra las consecuencias de un apocalipsis zombi. Tras él, un grupo de supervivientes viaja por todo (cómo no) Estados Unidos buscando un nuevo hogar. La historia en sí comienza con un policía, Rick Grimes, despertándose de un coma en el hospital… Y dándose cuenta de que el mundo tal y como él lo conocía ya no existe.

A las afueras de la ciudad de Atlanta, acampa un reducido grupo de personas que hace cuanto puede por sobrevivir a los ataques de los muertos vivientes, a veces haciendo cosas sólo imaginables para un guionista.

Sobremuriendo

Son ya tres las temporadas finalizadas y de esta espectacular producción, con giros de guion, sorpresas, esperanzas y desesperaciones. Actualmente, se está emitiendo la cuarta etapa de este exitazo televisivo. Tal vez en ella sí se pueda curar a los zombis o eliminarlos o… O la cadena decida que vale la pena rodar otra temporada y algo provoque que los no-muertos sobrevivan (¿sobremueran?) un año más.

Emitida por la cadena AMC, la serie se divide en episodios de 48 minutos y ha sido tal su éxito que ha generado un importantísimo mercado a su alrededor con todo tipo de productos, gratuitos o de pago, tal como podemos apreciar en la web oficial de The walking dead.

¿Eres víctima o superviviente?

A modo de curiosidad, vamos a destacar dos de estos productos, ambos gratuitos: uno es un test de personalidad ante el Apocalipsis que podemos realizar en el mencionado site. A través de él, podemos ver a qué personaje de la serie os pareceríamos si viviéramos as peripecias de sus protagonistas.

Y el segundo producto del que no me resisto a hablarte es una app, “Dead yourself”, que te convertirá en un “caminante”. Basta con que te hagas una foto con la webcam y el programa te dirá qué aspecto tendrías si fueras un zombi. Da miedito, eso sí, pero mola mucho.

The walking dead es claramente un producto televisivo estadounidense, con todas las virtudes y los defectos que ello implica. Es, en todo caso, la mejor de las excusas para quedarse pegado a la pantalla y, cuando la Naturaleza nos llame, no ir solos al baño.