Cuando los productores de una película o de una serie se deciden a ello, pueden llegar a ingresar cantidades ingentes de dinero con el merchandising asociado a ella. De ello vamos a hablar en este artículo. Concretamente, nos vamos a centrar en determinados juguetes (mucho más que meros juguetes, para algunos) o disfraces nacidos de la saga más productiva en este aspecto: “Star Wars”.

Iba a decir que comenzamos con un clásico, pero es que casi cualquier objeto que se venda con la imagen de estas producciones se convierte en clásico, de modo que me limitaré a decir que es uno de los más vendidos: el sable de luz.

El arma Jedi por excelencia puede ser tuya por precios muy variados, según su calidad y realismo, pero el que aquí te vamos a proponer es una preciosa réplica de la de Darth Vader, que se ilumina en rojo y tiene efectos de luz y sonido. El precio en Vistoenpantalla.com es de 69,79 euros.

Por supuesto, existen muchas variantes de este objeto, algunas tan útiles como abrebotellas, linternas, llaveros o USBs, otras, bueno… Otras.

Un malo con tirón

Una curiosidad de la saga es que la imagen de los malos, por lo llamativo o por lo elegante, es tan conocida como la de los buenos, de modo que se vende tanto, por no decir que más, la cara de Darth Vader que la de Yoda. Por no hablar de las casi inéditas de Luke Skywalker o Han Solo.

Pues bien y centrándonos en la efigie del esbirro Darth Vader, el representante del lado oscuro de la fuerza entre los malos, podemos encontrar su casco en infinidad de objetos: desde tazas hasta llaveros, pasando de nuevo por los lápices de datos. Y, cómo no, el villano con la voz de Constantino Romero adorna una descomunal cantidad de habitaciones en forma de póster o pide a susurros un golpetazo cuando adopta la forma de un despertador.

Un tema inacabable

Son más, muchas más, las formas que adopta un malo carismático como pocos, pero vamos a quedarnos con la última que hemos mencionado, la de despertador, que, con proyector de hora, cuesta del orden de 31 euros en frikito.com.

Se nos queda dramáticamente corto el espacio que he pensado dedicarle a este tema, ya que no hemos hablado de vainas, halcones milenarios, estrellas de la muerte y cómo no, figuras a escala.

Eso sí: regálame un x-wing, la figura de un trooper o los restos calcinados de Alderaan (palabra que algún listo los ha comercializado), pero nunca, jamás, se te ocurra regalarme la figura del ser más irritante de ésta y otras galaxias. Jamás te presentes en mi cumpleaños con un Jar Jar Binks.